EL ESCÁNDALO TED KENNEDY: EL CAPÍTULO MÁS SOMBRÍO DE LA FAMILIA

FICHA TÉCNICA

Título original: Chappaquiddick. Año: 2017. Nacionalidad: Estados Unidos. Director: John Curran. Actores: Jason Clarke, Kate Mara, Bruce Dern, Ed Helms, Jim Gaffigan, Taylor Nichols, John Fiore, Andria Blackman, Lexie Roth, Tamara Hickey, David De Beck, Damien Di Paola, Matthew Lawler, Beth Petrou, Victor Warren. Guionistas: Taylor Allen, Andrew Logan. Fotografía: Maryse Alberti. Música: Adam Wiltzie. Producción: Apex Entertainment. Género: Drama, Thriller. Duración: 107 min. Calificación por edades: No recomendable para menores de 12 años. Fecha de estreno: 21/09/2018

SINOPSIS

Estados Unidos, 1969. No se sabe a ciencia cierta qué ocurrió en el punte de Chappaquiddick. Lo único de lo que no hay duda es de que hubo un incidente que acabó con la muerte de una joven y con todas las opciones del hermano menor de los Kennedy de convertirse en presidente de los Estados Unidos. 

CRÍTICA

No hay familia que resulte más atrayente para los americanos que la de los Kennedy. Y no es de extrañar, puesto que en ellos se produce tal combinación de poder, escándalos y muertes extrañas que su historia resulta más entretenida que la de muchas series de televisión. 

El cabeza de familia de los Kennedy era Joe, un mercader un tanto sombrío que había hecho fortuna durante la época de la Ley Seca gracias a turbios negocios. Pero había algo que anhelaba Joe con todo su corazón y que no llegó a ver cumplido más que fugazmente: que uno de sus hijos fuera presidente de los Estados Unidos. Si todas las dificultades que han sufrido este clan a lo largo de sus vidas ha sido casualidad, castigo divino o si detrás hay algún grupo de personas siniestras quizás nunca llegue a saberse. 

De cualquier modo, lo que no tiene discusión posible es que uno tras otro, cada uno de los vástagos de Joe Kennedy murieron al poco de conseguir cierta relevancia política. El primero en fallecer fue Joseph, cuando, al poco de haber sido elegido delegado de la Convención Nacional Demócrata (1940), sufrió un accidente aéreo en la Segunda Guerra Mundial. A su hermanos John Fitzgeral le sorprendería la muerte dos décadas más tarde (1963), en un misterioso atentado. Pero sería aún más extraño el que le sucedió a su hermano Bob durante la campaña para ser elegido líder del Partido Demócrata. El pequeño de la dinastía, Edward Moore "Ted" Kennedy fue el único que murió de causas naturales (2009), pero no por ello se libró de vivir un capítulo que le perseguiría en sus pesadillas y que dinamitó para siempre todas las opciones que hubiera tenido de convertirse en uno de los habitantes de la Casa Blanca. Estamos hablando del conocido como "incidente de Chappaquiddick", acaecido poco después de que Ted Kennedy hubiera sido elegido senador de Massachussetts y fuera percibido por la opinión pública como un gran candidato para presidir el Partido Demócrata en las elecciones de 1972. 

Pues bien, John Curran ha querido revitalizar en su última película este suceso que tuvo lugar el 18 de julio de 1969 y que ya ha sido olvidado por muchos. 

Aquel día todo estaba dispuesto para la gran fiesta que Ted Kennedy quería ofrecerles a sus amigos. En ella, el alcohol corría por doquier y los pocos filetes que habían comprado para la celebración no eran suficientes para contrarrestar sus efectos. En determinado momento, el senador de Massachusetts abandonó el lugar, acompañado de Mary Joe Kopechne, una de las intelectuales que le ayudaban en su campaña. Se montaron en un coche y fueron a dar un paseo. Pero entonces, por motivos que nunca se esclarecieron, el pequeño de los Kennedy dio un volantazo y el coche cayó al agua y se hundió. Él consiguió salir a flote, pero ella no. Aquel día dejó dos incógnitas que jamás se resolvieron: ¿Por qué no la ayudó a salir del automóvil? ¿Por qué tardó diez horas en llamar a la Policía?     

A causa de esto, Ted Kennedy fue condenado a dos años de cárcel por denegación de auxilio y por abandono del lugar. Muchos dijeron que era una pena muy leve para la gravedad del hecho. Sin embargo, el juez pensó que la verdadera condena sería la que tendría que sufrir en la calle. Sea como fuere, la verdad es que aquel día se truncaron de golpe todas sus posibilidades de convertirse en Presidente de Estados Unidos, pero una campaña de marketing orquestada por los mejores asesores del continente americano consiguieron que se le eligiera como senador de su Estado hasta siete veces consecutivas.