El queridísimo humorista Chiquito de la Calzada ha fallecido en el Hospital Regional de Málaga a las 5:26 de este sábado a causa de una infección. La noticia de su muerte ha llenado de tristeza a todo el país, ya que logró ser admirado y respetado por personas de todas las edades, condiciones e ideales.
Pero si hay una generación (y media) que hoy está especialmente de luto es aquella nacida entre 1975 y 1990. Niños y adolescentes en la época de mayor éxito del andaluz, les dejó una huella imposible de borrar. Treintañeros y cuarentañeros lloran hoy por quedarse "huérfanos" del ídolo al que trataron de imitar durante muchos recreos. Sus "¡fistro!", "pecador de la pradera", "al ataquer...", "no puedo", entre otras muchos giros se colaron en el vocabulario de los milenial y siguen dentro de sus corazones y de su léxico veinte años después.
Carlos Latre, uno de aquellos adolescentes, nos habla de las huellas que dejó Chiquito
Lo más curioso es que el fenómeno "Condemor" estuvo a punto de no ocurrir jamás. Según cuenta Tomás Summers (guionista y productor de Genio y figura, programa que llevó a Chiquito al estrellato) un gerifalte de la cadena le llamó el primer día y le dijo que el programa estaba muy bien, pero había que quitar a "ese señor mayor".
Afortunadanente, Summers consiguió disuadirle, alegando que podía hacer el programa más atractivo para todos los públicos y fidelizar a los espectadores más longevos. Años más tarde, el directivo no tuvo más remedio que darle las gracias.
Chiquito de la Calzada en Genio y figura
Como recordaría Buenafuente en 2016, "al principio provocaba una cierta risa hacia el friki [...], pero eso duró poco, porque ya entró el cariño, luego entró el respeto y luego se mezcló todo y se conformó el gran fenómeno Chiquito".
Así que el humorista no solo se acabó convirtiendo en la mayor estrella del programa que le vio nacer, sino que su cara acabó estampada en camisetas, gemelos, pósteres y productos de merchandaising de lo más diverso. Hasta Matutano comercializó un snack que llevaba el nombre de Fistros, que en su interior contenía unas pequeñas fichas circulares que servían de juguete y llevaban impresa su cara y sus frases más conocidas, los Chiquitazos.
A finales de los 90 llegaron para él los programas de radio, se le multiplicaron las galas y no había televisión que no se lo rifara. Protagonizó tres películas (Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera; Brácula: Condemor II y Papá Piquillo) y, por si fuera poco, su pueblo lo nombró pregonero en 1996. En sus propias palabras: "La televisión me ha dado en muy poco tiempo la fama que me negaron los escenarios en 50 años".
Fue en ese tiempo cuando uno de sus grandes admiradores, Florentino Fernández, triunfó en Esta noche cruzamos el Misissipi, representando a personajes como Lucas Grijander y Crispín Klander. Al malagueño esto no le sentó muy bien y denunció a Flo y a Pepe Navarro. El presentador del mítico programa de medianoche contó en una entrevista el divertidísimo juicio, en el que fiscales y abogados tenían que meter la cabeza entre los folios para no soltar una carcajada. El juez no tuvo más remedio que sobreseer el caso, diciendo que el humor de Chiquito ya pertenecían a España entera.
Lejos de perjudicarle, el pleito dio un mayor realce a la figura de Gregorio Sánchez, que siguió haciendo algunos cameos en películas como Franky Banderas o El oro de Moscú (ambas de 2003) y en series como ¡Ala... Dina! (2000), El burladero (año 2000 - 2001) y Mis adorables vecinos (2004). Cansado de la fama, decidió darse un tiempo.
Pero ya para entonces había dejado una profunda huella y los humoristas más jóvenes reivindicaban su figura. El Mundo Today lo homenajeó hasta 18 veces y directores como Javier Ruiz Caldera (Spanish Movie, 2009), Álvaro Sáenz de Heredia (La venganza de Ira Vamp, 2010) o Santiago Segura (Torrente 5: Operación Eurovegas, 2014) le pidieron su colaboración.
Mas ya no era el que fue. La muerte de su amada Josefa García Gómez en marzo de 2012, después de 50 años de matrimonio, le sumió en una depresión. "Pepita era mis pies y mis manos, lo era todo, lo perdí todo", confesó emocionado.
El pasado 14 de octubre Gregorio Sánchez se cayó en su casa, tuvo que ser rescatado por los bomberos y hospitalizado en el Hospital Regional de Málaga. Semanas después de recibir el alta tuvo que ingresar de nuevo por una angina de pecho que le acabó originando una infección de la que no pudo recuperarse. Se marcha así un hombre bueno y entrañable que supo darle la vuelta al humor popular, con la única intención de "Haceles felices a ustedes".
España entera ha manifestado hoy su pesar, desde el rey hasta el público más humilde, pasando por políticos y artistas. Ya solo nos falta decirle: "hasta luego Lucas", descansa feliz en las praderas del otro mundo.
Afortunadanente, Summers consiguió disuadirle, alegando que podía hacer el programa más atractivo para todos los públicos y fidelizar a los espectadores más longevos. Años más tarde, el directivo no tuvo más remedio que darle las gracias.
Sin embargo, en esos primeros momentos, ni el director ni el productor podían imaginarse la revolución que iba a armar Gregorio Sánchez con esos chistes populares y surrealistas que alargaba durante minutos. Todo ello iba acompañado de una puesta en escena muy peculiar y muy novedosa para aquella época, llena de pasos largos, saltitos, gritos agudos y palabras que nadie entendía. A esto le acompañaba una estética muy reconocible (escaso cabello engominado, camisas de estampados llamativos y pantalones sobaqueros).
Chiquito de la Calzada en Genio y figura
Como recordaría Buenafuente en 2016, "al principio provocaba una cierta risa hacia el friki [...], pero eso duró poco, porque ya entró el cariño, luego entró el respeto y luego se mezcló todo y se conformó el gran fenómeno Chiquito".
Así que el humorista no solo se acabó convirtiendo en la mayor estrella del programa que le vio nacer, sino que su cara acabó estampada en camisetas, gemelos, pósteres y productos de merchandaising de lo más diverso. Hasta Matutano comercializó un snack que llevaba el nombre de Fistros, que en su interior contenía unas pequeñas fichas circulares que servían de juguete y llevaban impresa su cara y sus frases más conocidas, los Chiquitazos.
Bolsa de Fistros, aperitivo de Matutano, y los juguetes que contenían, los Chiquitazos |
A finales de los 90 llegaron para él los programas de radio, se le multiplicaron las galas y no había televisión que no se lo rifara. Protagonizó tres películas (Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera; Brácula: Condemor II y Papá Piquillo) y, por si fuera poco, su pueblo lo nombró pregonero en 1996. En sus propias palabras: "La televisión me ha dado en muy poco tiempo la fama que me negaron los escenarios en 50 años".
Opening de Aquí llega Condemor
Lejos de perjudicarle, el pleito dio un mayor realce a la figura de Gregorio Sánchez, que siguió haciendo algunos cameos en películas como Franky Banderas o El oro de Moscú (ambas de 2003) y en series como ¡Ala... Dina! (2000), El burladero (año 2000 - 2001) y Mis adorables vecinos (2004). Cansado de la fama, decidió darse un tiempo.
Pero ya para entonces había dejado una profunda huella y los humoristas más jóvenes reivindicaban su figura. El Mundo Today lo homenajeó hasta 18 veces y directores como Javier Ruiz Caldera (Spanish Movie, 2009), Álvaro Sáenz de Heredia (La venganza de Ira Vamp, 2010) o Santiago Segura (Torrente 5: Operación Eurovegas, 2014) le pidieron su colaboración.
Mas ya no era el que fue. La muerte de su amada Josefa García Gómez en marzo de 2012, después de 50 años de matrimonio, le sumió en una depresión. "Pepita era mis pies y mis manos, lo era todo, lo perdí todo", confesó emocionado.
Fotograma de la última película en la que intervino: Torrente 5: Operación Eurovegas |
España entera ha manifestado hoy su pesar, desde el rey hasta el público más humilde, pasando por políticos y artistas. Ya solo nos falta decirle: "hasta luego Lucas", descansa feliz en las praderas del otro mundo.
Se nos ha ido el gran Chiquito. Hombre bueno, entrañable, genial, artista de todos. Gracias Chiquito, nos harás sonreír siempre.— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) 11 de noviembre de 2017
Nuestras condolencias a los allegados de #ChiquitodelaCalzada...por su genialidad siempre seremos #LaMeletérica☺#GraciasChiquito...tu ya eres eterno pero tu recuerdo seguirá aflorando sonrisas en un mundo de tensionespic.twitter.com/d9tASkCQbN— Guardia Civil (@guardiacivil) 11 de noviembre de 2017
Oh, no!!! Maestro!!! Abrazos y besos fuertes!!! pic.twitter.com/aybNG9zkeR— Florentino Fernández (@flofdezz) 11 de noviembre de 2017
Ya nada volverá a ser igual... os dais cuen?— Santiago Segura (@SSantiagosegura) 11 de noviembre de 2017
https://t.co/8yObUA2OhE
Se nos fue el GRAN Chiquito. Q penita más grande!! Siempre me trató con cariño y me dejaba imitarle ja,ja...me decía "tu eres 'pata negra' Carlos, a ti te dejo"!! GRACIAS por tanto...ya estás con Pepi de nuevo q es donde querías estar de verdad... #DEPCHIQUITO— Carlos Latre (@Carlos_Latre) 11 de noviembre de 2017
Gracias MAESTRO.— Ana Belén Rivero (@diefraumaschine) 11 de noviembre de 2017
Dejas huérfana a toda una generación de fistros y pecadores de la pradera, pero nos consuela saber que hoy has abandonado este mundo para reunirte con Pepita, tu gran amor.
Mi pésame más sincero para familiares y amigos cercanos.#DEPChiquitodelaCalzada pic.twitter.com/lhQ9XCl2az
Chiquito de la Calzada no tenia que haber sido presidente de España, sino presidente del mundo. El único capaz de poner de acuerdo a todos pic.twitter.com/JMYu0Bktf2— Virutas de Goma™ (@VirutasF1) 11 de noviembre de 2017
El humor de Chiquito de la Calzada nos hace más falta que nunca. Pero tendremos que conformarnos con los que nos enseñó: vivir con talante. Porque con 62 años, edad de jubilación para algunos, el humor que siempre conservó le permitió brillar como se merecía. Eso es estilo.— Enrique González (@3JGonzalez) 12 de noviembre de 2017
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