Sexo, valentía y compromiso social: los ingredientes fundamentales de Sofia

Sofía, de 20 años, vive con sus padres en Casablanca. Después de negar el embarazo, se encuentra en la ilegalidad al dar a luz a un bebé fuera del matrimonio. El hospital le da 24 horas para comunicarles la identidad del padre o alertarán a las autoridades.

Sofia: una visión comprometida sobre la realidad sexual de Marruecos

Ficha técnica

Título original: Sofia. Año: 2018. Nacionalidad: Francia. Director: Meryem Benm’Barek. Reparto: Faouzi Bensaïdi, Maha Alemi, Sarah Perles, Lubna Azabal, Hamza Khafif. Guionista: Meryem Benm’Barek. Fotografía: Son Doan. Producción: Curiosa Films, Versus Production. Género: Drama. Duración: 80 min. Calificación por edades: pendiente de calificación por edades. Fecha de estreno: 08/02/2019

Crítica

Sofia plantea un debate muy necesario

Dice Leila Slimani* que la marroquí es una sociedad mojigata, maniquea e hipócrita con un grave problema de represión sexual. Pero, como suele suceder, los problemas son menores cuando se tiene dinero. No es lo mismo ser un hombre heterosexual de una clase social acomodada que pertenecer a un grupo minorizado. Es más, si se es de los primeros, la sociedad le invitará a ser todo un semental. Las cosas, en cambio, serán muy diferentes si se es mujer, ya que ellas deberán guardar la honra familiar. Y se hace recaer esa honra sobre la virginidad de las mujeres. En aquel país, los genitales femeninos son prácticamente una cuestión de Estado. Lo anteriormente expuesto genera miedo y frustración. Y esos sentimientos devienen en grandes dosis de violencia. Violaciones, abandonos de neonatos, suicidios, muertes por abortos clandestinos… son moneda corriente en el país norteafricano. Para solventar este conflicto, según muchos intelectuales árabes, hay que empezar por liberar la palabra. Es decir, por poner espejos en los que la sociedad marroquí pueda mirarse y que puedan generar debate. Pero hacerlo puede tener un alto costo. De ahí que ni siquiera los grupos feministas se atreven a plantearlos. Por esta razón son tan importantes largometrajes como Sofia, ópera prima de Meryem Benm’Barek.

Sofia como espejo de la realidad marroquí

Sofia parte de una historia que la madre de Benm'Barek solía relatar a la directora rabatí en su adolescencia. Un relato que le sucedió a una chica que los abuelos de Benm'Barek aceptaron en su casa, pero que bien podría haberle sucedido a cualquier otra mujer. Y es que, si bien la cinta parte de unos hechos muy concretos, muchas mujeres magrebíes han vivido cosas similares.

El grave delito de ser madre soltera

Sofia narra la historia de una veinteañera normal, según los parámetros árabes. Es obediente, no se mete en líos, no frecuenta hombres… Sin embargo, un día, sucede algo terrible: aunque hasta entonces desconocía estar preñada, acaba de romper aguas. Así se lo confirma su prima Lena, que es doctora, tras una primera exploración. Aunque visto desde Occidente la negación del embarazo nos puede parecer algo extrañísimo, en aquel país no lo es en absoluto. Y es que quedarse en estado siendo soltera supone gravísimos problemas de diversa índole, no solo para los amantes, sino también para su familia y para aquellos que traten de ayudar. De ahí que la psique de aquellas mujeres reprima los síntomas. Así pues, la primera cuestión que tendrán que resolver las primas será encontrar algún lugar en el que Sofia pueda dar a luz en unas mínimas condiciones de salubridad. Y deberán hacerlo rápido, puesto que el bebé está a punto de nacer. Al final lo conseguirán gracias a un médico que se decidirá a exponerse. Pero la "aventura" no ha hecho nada más que comenzar.

¿Qué hacer con el bebé?

Pocas horas después de parir, Sofia deberá abandonar el hospital. Es la única manera de no causar mayores problemas al médico que ha decidido ayudarla. Pero, ahora, habrá de enfrentarse a un reto aún mayor: elegir el destino del recién nacido. Sólo hay tres alternativas: conseguir que el padre lo reconozca, abandonarlo o que Sofía se convierta en madre soltera. En un primer momento, optarán por la primera opción, pero, al no conseguirlo fácilmente, Sofía se ve tentada a abandonarlo entre cartones, como hacen entre 8.000 y 9.000 madres marroquíes cada año. Afortunadamente, en un arranque de humanidad de Lena, Sofía decidirá hará frente a las consecuencias familiares y legales de aquel embarazo.

La doble deshonra de la familia de Sofia

Las consecuencias familiares son la deshonra de la familia. Pero ya no solo por que la joven haya tenido relaciones sexuales sin estar casada -recuérdese que la honra familiar está en la virginidad femenina-. Es que, además a esto hay que añadir que éstas han sido con Omar, un hombre de clase social bastante más baja que la de la joven madre. Incluso esto segundo es peor que lo primero, como afirmará el padre de la joven. Y es que, con el enorme clasismo que hay en el país, sea de procurar que las bodas sean entre iguales o, al menos, que estas sirvan para ascender socialmente. Motivo por el cual, aunque Omar niegue haber tenido las relaciones sociales que afirma Sofía, la familia del chico esté mucho más dispuesta a creerla a ella.

Entre un mes y un año de cárcel por tener relaciones extramatrimoniales

Lo último a lo que tendrá que enfrentarse Sofia será a la ley. Y es que, en ese país, en virtud del artículo 490 de su Código Civil, tener relaciones extramatrimoniales está penado con entre un mes y un año de cárcel. Está incluso más castigado que violar a una mujer si luego uno está dispuesto a casarse con ella y a reconocer el fruto nacido por su delito y la familia de la mujer acepta. Eso sí, uno puede escapar de la pena de vulnerar el artículo 490 si se es dadivoso con el juez y la Policía.

Un final inquietante

¿No le parece todo maravilloso? Pues si quiere acercarse a la película y en este punto no le ha ardido suficientemente la sangre, no se pierda el final. Fantástico. Especialmente si se tiene en cuenta que la película tiene ante todo una función mimética. Así que, ya sabe. Si quiere ver un film ligero, definitivamente, no será de su agrado. Pero si es de los que aman los proyectos valientes y comprometidos que ayudan a forjar la conciencia; si disfruta de los mensajes con fuerte carga social y le gusta conocer nuevas realidades, muy posiblemente sea de su agrado. 

*Para la contextualización de esta película, he utilizado el libro de Leila Slimani: Sexo y mentiras: la vida sexual en Marruecos